OPINION

Carta abierta al presidente Lambán

 
Sr. presidente del Gobierno de Aragón:
 
Sé que es altamente improbable -por no decir imposible- que esta carta abierta acabe cayendo en sus manos, pero no por ello voy a dejar de decirle lo que honestamente pienso de su actitud en relación con la conexión mecánica entre Astún-Candanchú y Formigal a través de la imponente Canal Roya.
 
Creo que los argumentos esenciales sobre este asunto, sin olvidar los éticos, fueron aportados ya en el artículo que el insigne pirineísta y glaciarista, catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid, Eduardo Martínez de Pisón, publicó en "Tribuna ajena" de "Heraldo de Aragón" a comienzos del presente año, por lo que no osaré abundar en ellos.
 
Sí quisiera señalar, por mi parte, que no sé si ha reparado Vd. en la tremenda injusticia y aberración que supone utilizar un bien comunal como es la Narturaleza y sus paisajes aún vírgenes en beneficio exclusivo del negocio del ocio de la nieve y de todo lo que lo rodea. Un paisaje que heredamos de nuestros ancestros, que disfrutamos nosotros pero que tenemos el imperioso deber moral de legar intacto a nuestros descendientes. Hablaba Vd. ayer de "unas cuantas pilonas" y de que, en todo caso, el proyecto "es reversible".
 
Por otra parte, imagino que recordará Vd. bien que en plenas Navidades pasadas, no había nieve esquiable en el Valle del Aragón y que, de seguir así la evolución del cambio climático, tampoco la habrá en la ya cercana Semana Santa.
 
En conclusión, ¿qué intereses se esconden de verdad bajo ese palmario "pan para hoy....y hambre para mañana"?
 
Soy nacido en el Pîrineo y montañero en mi juventud por lo que, como puede imaginar, sé de lo que hablo. A lo largo de mi vida, he visto morir pueblos enteros como Tiermas, Esco, Lanuza, Búbal, Polituara, Mediano, etc..(por lo hablar de los del Bajo Ebro, como Fayón o la Mequinenza de Jesús Moncada) y todas ellas fueron muerte irreversibles y en favor de otros (empresas hidroeléctricas, lejanos regantes, etc.). He visto nacer Astún y la parte esencial de Formigal y Cerler.
 
Eran otros tiempos, ciertamente y el mal ya está hecho y no tiene remedio, Pero ¿por qué ahora ese empeño de destrozar la bellísima Canal Roya en favor de unos cuantos, pocos, y a costa de una Naturaleza que es de todos?. Acabamos de entrar en un año electoral e imagino que necesitan Vds. promesas que airear aunque acaben incumpliéndose, La fuerte y crecientes contestación al proyecto que venimos observando me hace confiar en que, tarde o temprano, acabarán dando marcha atrás. Pero ¿y si al retirarse la nieve comienzan a trabajar las máquinas por aquello de los hechos consumados y de ese tan aragonés "Ande o no ande, burrico grande".
 
Sr. Lambán: tanto Vd. como yo, como todos los humanos, nacemos con fecha de caducidad y poco sería de extrañar que un día, quizás no lejano, alguien escribiera en una pilona de telecabina que profane la Canal Roya. el nombre y el apellido de aquel Presidente que autorizó semejante atentado. En todo caso, que Vd. y sus cómplices sepan, aunque nunca lo lean, que tal atentado se ha cometido NO CON MI SILENCIO.

José Ramón Marcuello

Licenciado en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid, ha sido redactor de El Correo Gallego de Santiago de Compostela, El Noticiero aragonés y la también aragonesa revista Andalán. Fue corresponsal del Diario de Barcelona y El País en la capital aragonesa. Asimismo, subdirector de El Día de Aragón y director de los Servicios Informativos de Radio Zaragoza-Cadena SER. Ocupó la jefatura del gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Zaragoza bajo el mandato de Ramón Sáinz de Varanda, así como de la Diputación General de Aragón con Santiago Marraco, primer presidente de la DGA. En calidad de editor y director, en 1997 creó la revista aragonesa de análisis, opinión y cultura Trébede.

En el terreno de la narrativa, fue finalista en el Premio de Novela Planeta de 1971 y primer accésit del I Concurso de Relatos Zaragoza, calles y callejas, con su relato La busca, así como autor de numerosos relatos cortos. Igualmente, fue coautor de la Guía Secreta de Zaragoza (Sedmay Ediciones, Madrid, 1978). Su primera gran obra en solitario data de 1979, Guía de Jaca y sus valles. Es autor del libro de gastronomía aragonesa Pichorras en Pastriz. Después escribírá Historia de los Bomberos de Zaragoza (Ayuntamiento de Zaragoza, 1981). Ese mismo año elaboraría la ponencia Los medios de comunicación aragoneses junto a José Carlos Arnal en Alcañiz. Especialista en temas hidrológicos, es autor de una amplia monografía sobre el Ebro (El Ebro, Ediciones Oroel, 1986) y guionista de las películas Zaragoza y el Ebro (Zaragoza, 1989) y El agua en Aragón (Zaragoza, 1994). Asimismo, es el responsable de las biografías de significados hidraulistas como Manuel Lorenzo Pardo (Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos e Ibercaja, 1990) y Francisco de los Ríos (Diputación General de Aragón, 1992). Autor único de la colección Los ríos de Aragón, editada por El Periódico de Aragón (Zaragoza, 1991) y de Nueva Guía de Aragón (Anaya, 1994). Fue galardonado con el Premio Pignatelli, instaurado por el Gobierno de Aragón, en el año 1991, por su programa de divulgación hidrológica en la Cadena SER “Agua va”.
(Wikipedia)