OPINION

Buen viaje, Luis

 

Un fatal accidente de montaña en su amado Pirineo se ha llevado al periodista Luis Granell de entre nosotros.
 
Maestro de periodistas, que luego a su vez fueron también maestros de otros periodistas, Luis Granell dejaba huella a su paso en todos aquellos proyectos en los que se involucraba, siempre a favor de su tierra, siempre a favor de sus causas.
 
Hace unos meses, en una conversación con él, le solicitaba permiso para publicar en esta web nostálgica y reivindicativa del periódico El Día de Aragón, los comentarios que a diario plasmaba en su muro de Facebook a modo de artículos.
 
Por supuesto le pareció estupendo (cómo no iba a ayudar, una vez más, a dignificar una profesión, la de periodista, y un pueblo, su Aragón) y así, día a día, escudriñaba sus perfiles en las redes sociales en busca de sus últimos artículos, que fueron publicados aquí.
 
Luis fue el presidente de la Asociación de la Prensa de Aragón que en 1989 me acogió entre sus miembros (sin tener la carrera oficial de periodismo, por cierto) y que unos años antes medió con las Cortes de Aragón para que la entonces incipiente emisora de radio libre Antena del Ebro pudiera asistir a las ruedas de prensa como un medio aragonés más.
 
Leo los obituarios que se están publicando desde su partida, y en todos hay una línea común: Luis Granell ha sido un gran periodista, una persona comprometida y sobre todo, una buena persona.
 
Que la tierra te sea leve, compañero.
 

Eva Pérez Sorribes (Cadena SER)

Si hay un tren que lleve al cielo, mucho más allá de la montaña más alta, ese es al que esta tarde se ha subido Luis Granell Pérez. De los Granell de Zaragoza y los Pérez de Vera del Moncayo. Sus 74 años discurrieron en paisajes de letra impresa, vías de trenes olvidados y aire puro de montañas. "La muerte en la montaña - me dijo un día- es una muerte bonita". Y lo que entonces me sobrecogió y este 17 de febrero se ha convertido en premonición, ahora me parece consuelo.

Luis amaba las montañas como defendía el ferrocarril y ejercía el periodismo, con pasión y compromiso. Porque ninguna de estas aficiones que también fueron profesión y trabajo puede hacerse bien de otra manera. Y él, las cosas, las hacía bien. Puntilloso y detallista, riguroso hasta el extremo y valiente como pocos, para decir, escribir y vivir.

Nunca tuvo reparos en denunciar, exigir, reivindicar y evidenciar lo que hiciera falta. Desde el Franquismo hasta la Transición, contó la realidad con decencia y hasta intentó cambiarla. Luchando por causas que tantos han dado por pérdidas, como el Canfranc y su reapertura, o el Sáhara y su independencia, Luis armaba de datos las batallas en vez de adornarlas con estériles romanticismos y las defendía con ahínco y, sobre todo, con razones.

Tan persistente como tranquilo y casi flemático, las cumbres más difíciles de ascender las conquistó más allá de lo literal, subiendo las cuestas de la vida, y luchando, incluso, por lo que otros tenemos gratis, su identidad en tiempos duros, subrayando a las personas por encima de estereotipos y prejuicios.

No tuvo hijos, pero sí sobrinos -Mónica y Paco-, a los que quiso como si lo fueran, y disfrutó -como ellos a él- más de padre que de tío.

A mí me tocó sucederle en el oficio, lo que ahora mismo me resulta un listón más alto que cualquier Himalaya. Me queda su ejemplo de buen periodista y buena persona, y las historias que estos días tristes me han llegado de sus viejos y buenos compañeros. Me faltaron muchos más cafés contigo, Luis, para arreglar el mundo, reabrir el Canfranc y disfrutar de una excursión al Moncayo.

Espéranos a todos para seguir subiendo alto. Tú, en las alturas, siempre fuiste primero.

Lola Campos Palacio

Con el cuerpo machacado por las montañas que tanto quiso, se ha ido Luis Granell. Fue mi maestro en Andalán, mi jefe en El Día, mi presidente en la Asociacion de Periodistas y mi amigo siempre.
Nos esperaba, desde hace años, una botella de champán en su casa.
Nunca supe si esa botella era una metáfora sobre el afecto o una excusa, porque Luis tenía otras urgencias. Había que defender antes a los saharauis, los refugiados, el Canfranc o cualquier causa difícil. Porque la vida es compromiso.
Manejó su recorrido vital con una coherencia y una independencia rocosas; inasequible al desaliento si tocaba nadar contracorriente. Compartimos, con otros muchos compañeros periodistas, causas ganadas y sueños perdidos, con discrepancias matizadas por el respeto mutuo. Ganaba siempre la amistad, porque en lo ideológico Luis era trigo duro de moler pero en lo personal era una nube de algodón.
He recibido la noticia de su muerte cuando acababa de fotografiar a Mafalda en una pared del Clínico, donde confesaba que no estaba triste sino que tenía solo un poco cansada la alegría. Me pasa algo parecido aunque peor: tengo cansada la alegría y además estoy triste.
Adiós, maestro, descansa escuchando el viento de tu querido Moncayo.
 
Plácido Díez
 
Febrero está siendo muy cruel. Ayer despedíamos a Antonio Angulo y esta tarde ha fallecido Luis Granell, uno de mis maestros periodísticos en "Andalán", y de Lola Campos, Enrique Guillén, José Carlos Arnal, María Jesús Hernando, Rogelio Allepuz, y tantos otros.
 
Se va justo el año que se conmemora el 50 aniversario del nacimiento de "Andalán". Fue uno de los artífices del "Andalán" más informativo, un destacado referente de "Diario 16" y "Cambio 16", de "El Día de Aragón", escuela de periodismo que este año cumple 40 años, fue parte del paisaje del Casco Histórico de Zaragoza y un apasionado activista del Canfranc, de los trenes, de la montaña y de la causa saharaui.
 
Riguroso con los protocolos del buen periodismo y rabiosamente independiente. Fuimos los primeros periodistas, yo entonces era un becario, que entramos en el hotel "Corona de Aragón" después del incendio acompañados de uno de sus propietarios, Emilio Parra. Un momento profesional que se me quedó grabado.
 
Lo vamos a echar mucho de menos por sus firmes convicciones, por su defensa de la independencia, por su cercanía con los amigos y porque personalizaba una de las mejores épocas del periodismo en Aragón. No lo olvidaremos. Abrazos a la familia de la que forma parte una gran periodista, Eva Pérez Sorribes.
 
José Ramón Marcuello
 
La caída de la tarde de hoy me trae, por distintos conductos de amigos y colegas, la noticia de la muerte del amigo y compañero Luis Granell. No ha podido superar las gravísimas secuelas de un accidente de esquí en el Pirineo francés y que lo ha tenido luchando varios días, a vida o muerte, en un hospital de Pau.
 
Fue Luis el que, hace ahora poco más de medio siglo, me "fichó" como corresponsal del Jaca del vespertino "Aragón/Exprés", del que era redactor. Fue Luis el primer periodistas que, como corresponsal de varios periódicos de Madrid y Barcelona, informó del movimiento estudiantil y obrero en Zaragoza en los difíciles años de tardofranquismo.
 
Trabajamos codo con codo en aquella enorme y gratificante aventura que se llamó "Andalán" y luego la Vida nos fue llevando por caminos separados dentro de la profesión. No faltará quien recupere hoy o mañana el perfil profesional de Luis, que fue tan fecundo como incansable. Pero yo me quiero quedar, en estos momentos de enorme tristeza, con dos retales de nuestra relación: cuando me propuso la corresponsalía del "Aragón/Exprés", mi primer trabajo remunerado y, cuando estando yo once día ingresado en una UCI en abril de 2009, vino a interesarse por mí TODOS los días.
 
Siento en el alma, Luis, no haberte podido devolver tu interés y tu cariño durante tus últimos días en el hospital de Pau. Pero con mi profundo agradecimiento y mi recuerdo, cuenta desde ya y para siempre. Que la nieve (que era tu elemento) te sea leve.
 
Lisardo de Felipe
 
Un nuevo y doloroso mazazo para la gran familia periodística aragonesa. Acabo de conocer la muerte de Luis GRANELL PÉREZ. Nacido en Zaragoza (1948), licenciado en Filosofía y Letras (rama de Geografía) por la Universidad de Zaragoza, y en Ciencias de la Información por la Complutense de Madrid, ejerció el periodismo escrito en diferentes medios locales, regionales y nacionales.
 
Dirigió durante años ANDALAN y actuó como Presidente de la Asociación de la Prensa de Aragón (1988-1992). Fue Jefe de Prensa de las Cortes de Aragón en su primera Legislatura y, hasta su jubilación, Jefe de los Servicios de Publicaciones del parlamento regional, en su sede de la Aljafería.
 
Miembro del consejo de la Fundación Ecología y Desarrollo, y de Montañeros de Aragón, gran deportista, autor de libros y novelas, hombre comprometido con la verdad y la justicia, impulsor de mil tareas, siempre relacionadas con esta tierra y, de manera muy especial y entregada, la de la recuperación del ferrocarril del Canfranc, a través de CREFCO, la coordinadora en la que luchó lo indecible, para hacer realidad una de las mayores aspiraciones de esta tierra desde hace más de cuarenta años.
 
Luis Granell no pudo, en estos últimos años, disfrutar de su jubilación, como era su deseo, por culpa de una serie de percances en su salud , de los que, poco a poco, iba saliendo a fuerza de tesón y de coraje. Estas pasadas Navidades, entregado al deporte de la nieve, que le apasionaba y ejercía, en compañía de unos buenos amigos, estando en el Pirineo francés sufrió un gravísimo accidente, con múltiples fracturas, a las que, posteriormente, se sumaron otras complicaciones médicas que, al parecer, obligaron, a los facultativos franceses, a sedarlo, dada la situación extrema, en la que Luis Granell ha permanecido, hasta el día de hoy.
 
Por diferentes conductos, amigos y colegas, me han confirmado su fallecimiento. No acierto a escribir unas líneas ordenadas, como Luis, compañero en algunas redacciones de periódicos y, amigo entrañable de desayuno y tertulia, durante dieciséis años en las Cortes de Aragón, merece.
 
Tengo un profundo pesar al ver cómo se van yendo tantos colegas, tantos compañeros, tantos buenos periodistas, con los que he trabajado en esta tierra nuestra, tan dura y, a veces, tan desagradecida. Querido Luis Granell Pérez, tú no te merecías morir de esta forma desgarrada y solitaria. Muchos te diremos ahora que te queremos por lo que eras e hiciste, en pro del periodismo comprometido y veraz, y en pro de los compañeros periodistas de Aragón, que tú defendiste y pusiste en valor en numerosas ocasiones y batallas.
 
A título personal, yo ya tuve la oportunidad, hace muchos años, de darte las gracias por tu generosidad y por la amistad que me brindaste. Lo hago ahora públicamente, desde este muro, en un momento en el que, ni siquiera puedo despedirme de ti con un abrazo. Tú también, querido Granell eres, a mi parecer, uno de esos “ hombres útiles para Aragón”, que gustaba reseñar, en sus correrías por nuestras tierras y nuestros pueblos, el gran y recordado amigo, entrañable también, Fernando Solsona.
 
Perdona mis torpes palabras de éste momento aunque, no teniendo mejores, te ruego, las aceptes con una sonrisa - somarda e incrédula, como la tuya -, y las guardes en cualquier oquedad o pliegue de las montañas blancas, elegidas por ti para quedarte en el silencio y en el tiempo.
 
Lorién La Hoz
 
Horizontes de grandeza... Trabajadores del Túnel del Somport, hacia 1910...
In memoriam de Luis Granell, incansable luchador por la reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón, fallecido hoy... Buena Nuei, amigos !!
 
Trabajadores del túnel del Somport en Canfranc, icono ferroviario, paisajístico y monumental de Aragón.
 
La perforación del túnel fronterizo tuvo lugar entre 1908 y 1912 pero a consecuencia de la Gran Guerra no se terminó totalmente hasta finales de 1915.
 
En 1925 finalizaron totalmente los trabajos de construcción de la majestuosa Estación de Ferrocarril, pero hasta el verano de 1928 no comenzó a funcionar el servicio Bedous-Canfranc.
 
Pronto vendrían otras tristes guerras...la incivil española y la Segunda Mundial, propiciando los cierres entre 1936-1940 y 1944-1949.
 
Más tarde llegaría el período del vapor y la tracción diésel y también los años del transporte de cereal, sobre todo, maíz.
 
Nunca han sido tiempos fáciles para una línea de gran belleza y dimensiones extraordinarias...cuarenta y pico túneles, catorce viaductos y unos once puentes...
 
Puentes para unir gentes y servir de enlaces en una gran obra generadora de riqueza.
 
Y desde aquel fatídico 27 de marzo de 1970, fecha del accidente del Puente de L'Estanguet que supuso el cierre del tráfico internacional ferroviario por Canfranc, así estamos, en un paréntesis, largo, muy largo que debería de tener como fin la Reapertura del Canfranc.
 
Reapertura del Canfranc a la que tantos esfuerzos dedicó Luis Granell, Montañero, Periodista y Geógrafo, muerto hoy, a los 74 años, tras no superar las heridas que le provocó un accidente de montaña que sufrió el pasado mes de enero.
 
Nos ha dejado, ante todo, una buena persona y toda una referencia del periodismo aragonés (cofundador y director de Andalán), amante del ferrocarril (fue portavoz de Crefco-Coordinadora para la reapertura del ferrocarril Canfranc-Olorón), de la montaña y muy comprometido por las causas justas.
 
En el año 2020 publicó su último libro, "Regreso al Sáhara", donde pone de manifiesto el olvido del Sáhara y de los saharauis.
 
Que la tierra te sea leve.
 
Fundación José Antonio Labordeta
 
Te vas y nos dejas helados y sin tu amor.
Sobre las laderas de Canfranc volamos juntos.
Tu y yo y tantas banderas rotas
 
Emilio Lacambra
 
Me he enterado del fallecimiento de Luis Granell. "Luisito", para mi. tengo una mala costumbre de a mis amigos utilizar ese término: el "ico".
 
Quiero manifestar así mi cariño y mi respeto hacia esa persona...A veces no se puede utilizar esa expresión.....
 
Con Luis mantuve una relación muy larga en el tiempo. Nos conocimos cuando trabajó en "Andalan", pero luego, la vida y mi trabaja, nos hizo coincidir en muchas historias.
 
Quiero destacar su compromiso en varios campos. Muchos han citado su pasión por la defensa del Canfranc, su, también pasión, por la defensa del ferrocarril. Su defensa sin fisuras al pueblo "Saharaui". Su amor por la Libertad y la Democracia.
 
Apenas nadie cita su compromiso desde hace años por la defensa de los derechos del colectivo LGTBI, movimiento del que formó parte de la primera junta directiva en Aragón. Su trabajo en la Asociación de la Prensa, naturalmente su trabajo profesional en varios medios aragoneses: Andalán, Aragón Express, El Día, y su último trabajo en "Las Cortes de Aragón" en donde, por su honestidad y profesionalidad, fue postergado en sus últimos años, antes de jubilarse.
 
Me queda pendiente darle unos trabajos de mi padre, FERROVIARIO, para donarlos al Museo del Ferrocarril en Madrid, que le ilusionaba hacerlo él.
 
Quiero contar una anécdota que vivimos los dos al final de la Dictadura......
Zaragoza, tras la Guerra Civil ha tenido 2 grandes alcaldes: Uno en democracia: Ramón Sainz de Varanda, en un periodo muy breve( tres años) por su lamentable enfermedad, y otro en la Dictadura: Dn. Ricardo Horno. Este último le tocó lidiar con una corporación integrada por varios DEPREDADORES URBANISTICOS, a los que puso freno....(Zaragoza se estudia en casi todas las facultades de arquitectura del mundo, como el ejemplo de como se puede DESTROZAR una ciudad llena de monumentos para el enriquecimiento de auténticas alimañas. El Dr. Horno llega al Ayuntamiento sustituyendo a un alcalde especulador inmobiliario. El Dr. Horno puso freno a esa especulación y, además, fue el único alcalde franquista que tuvo el detalle de recibir a los dirigentes del Movimiento Vecinal de Zaragoza, muy combativo en aquellos años finales de la Dictadura.
 
Efectivamente. Llegamos centenares de vecinos desde Torrero, La Paz, Delicias, San José, Las Fuentes, etc....y Don Ricardo atendió a nuestros dirigentes y tomó nota de las reivindicaciones de los barrios de nuestra ciudad.
 
Cuando se abrieron las puertas principales de acceso al Ayuntamiento, entramos en primera línea un grupo de unas quince o veinte personas......Luisito, cogiéndome del brazo, me dijo: "Eres consciente de lo que estamos viviendo...?". Yo le contesté de inmediato: "Si Luis. Por primera vez el pueblo de Zaragoza entra en su Ayuntamiento".
Qué decir de sus visitas semanales a mi casa a comer. Celebraciones de cumpleaños, o comidas con sus sobrinos a los que adoraba.....
 
Descanse en paz EL AMIGO.