Layout A (with pagination)

Volunturismo: voluntariado y selfies

Andrea Moreno

El Orden Mundial en el Siglo XXI

Original aquí

La generación Y, más comúnmente conocida como Millenial, es una generación que ha nacido teniéndolo casi todo. Sus padres, los baby boomers —y, en algunos casos, la generación X—, obsesionados con el estatus social y por ende el trabajo, les han proporcionado todo lo que han necesitado y más. Los milénicos han nacido en un ambiente socioeconómico acomodado que les ha permitido no tener preocupaciones de la índole de “¿Cómo voy a llevar hoy comida a la mesa?” o “¿Cómo vamos a pagar un techo bajo el que dormir?”.

Desde muy pronto han viajado y conocido otras culturas. Han tenido un pronto acceso a internet y a medios de comunicación, lo cual, junto a la educación recibida, basada en un mensaje de lo “afortunados y especiales” que son, les ha motivado a querer ser los protagonistas del cambio y el impacto. Todos se sienten identificados con esa obcecación de querer marcar la diferencia.

Es por ello que los voluntariados internacionales y el volunturismo están viviendo un auge como nunca antes se ha visto. Estos se presentan a los jóvenes milénicos como una solución efectiva para hacer algo por el avance de las sociedades menos desarrolladas, para devolverle al mundo un poco de lo que han tenido desde el principio y para marcar la tan ansiada diferencia.

Sin embargo, los milénicos, en su afán por ser parte del cambio, se olvidan de las consecuencias que estos voluntariados internacionales y que el volunturismo acarrean en las sociedades que se pretende ayudar. Tráfico humano, abusos sexuales y obstáculos para el desarrollo de la economía local son solo algunas de las realidades que los voluntariados internacionales esconden y que los voluntarios están promoviendo, seducidos por empresas internacionales que ofrecen darles la experiencia de su vida a cambio de cantidades desmesuradas de dinero.

De los voluntariados internacionales al volunturismo

Los voluntariados internacionales no son un invento del siglo XXI ni mucho menos de los milénicos. En el siglo XIX ya existían y desde entonces han ido cambiando su forma de actuación y sus objetivos para poder hacer frente a las cambiantes necesidades de las sociedades internacionales.

Mientras que en los años 20 los campos de voluntarios se establecían como un alternativa a las guerras y estaban impulsados por la idea de renovación educativa, rigurosidad religiosa y recuperación de desastres, los de los años 30 centraban sus energías en dedicarse a fomentar el entendimiento internacional en la importancia que tenía cooperar y reconstruir las áreas más devastadas por la guerra y promover la paz.

Tras los procesos de descolonización, el panorama volvía a transmutarse. Los voluntariados, desde los años 40 a los 60, se enfocaban en la ayuda a las antiguas colonias en su proceso hacia naciones independientes, lo que incluía prestar ayuda de emergencia y respaldo económico.

Pero esto parecía no bastar. Adentrados en la década de los 60, conocida como “la primera década del desarrollo”, los Gobiernos de países desarrollados del hemisferio norte cambian el rumbo de los voluntariados internacionales. Estos comenzaron a defender una posición en la que era “moralmente inaceptable” que, mientras que una mitad del mundo vivía un apogeo hacia el desarrollo, la otra mitad experimentase un estancamiento en la pobreza. Así, los países occidentales y la ONU ahijaban una retórica de ensalzamiento de la cooperación. A partir de entonces, los voluntariados tenían como objetivo potenciar el conocimiento técnico que a los países del sur les faltaba y como herramienta política de reconciliación con el sur.

También es en esta década cuando se comenzó a discutir la posibilidad de incluir a jóvenes en los voluntariados internacionales. Los jóvenes parecían ser un factor vital que considerar, pues aportaban una nueva dimensión y visión social, estaban dispuestos —al contrario que las élites adultas— a vivir una vida simple en áreas rurales de países pobres y los países industrializados comenzaban a demandar jóvenes educados en la política y culturas de otras naciones. Los Gobiernos empezaron a financiar a entidades privadas y universidades para fomentar los voluntariados internacionales entre jóvenes.

En los años 70, la segunda década del desarrollo, los jóvenes ya eran un factor crucial en los voluntariados internacionales. Las acciones cívicas por la paz y los movimientos contra la guerra que caracterizaron esta década acercaron los problemas mundiales a una generación de jóvenes ambiciosos por participar en voluntarios internacionales. En 1981 ya había registradas 125 organizaciones no gubernamentales que enviaban voluntarios a diferentes partes del planeta, muchas a cambio de una remuneración económica.

De nuevo, a algunos países industrializados les parecía que los voluntariados no estaban haciendo lo suficiente para potenciar el desarrollo de los países del sur. De esta suerte, en los años 90 surgía el turismo contra la pobreza. El objetivo de esta agenda era conseguir que entidades privadas se comprometiesen a impulsar la economía del turismo en las naciones más pobres para potenciar su crecimiento y que, paulatinamente, pudiesen ver el turismo como una fuente de ingresos y asistir en su crecimiento económico.

No obstante, las empresas, lejos de promocionar un turismo que aliviase a las sociedades más empobrecidas, hicieron de este turismo el sueño de todo occidentalayudar a los pobres y marcar la diferencia. Se presentó a las sociedades menos afortunadas como necesitadas y, al mismo tiempo, como atracción turística. Así surgía el volunturismo.

En 2008 un estudio sobre la práctica de voluntariados internacionales en EE. UU. reflejaba que los jóvenes de entre 15 y 24 años con más ingresos familiares encabezaban la lista de participación. Fuente: CSD

¿Producto del neoliberalismo?

El volunturismo es un concepto que ha sido creado para hacer frente a una demanda creciente en la sociedad occidental por ese querer marcar la diferencia. El mercado ha sabido enfocar este deseo y, a cambio de dinero, las empresas organizan dentro de las vacaciones programas de voluntariado que duran desde un día hasta incluso meses.

La finalidad de esta actividad no es el desarrollo de ninguna sociedad, sino hacer posible que el cliente viva una experiencia que le cambie la vida, que tenga una aventura y que “haga algo bueno”, como ayudar en una escuela en Camboya o rescatar tortugas en Costa Rica.

Estas empresas internacionales no han tenido ningún reparo en utilizar a comunidades sin recursos y a jóvenes movidos por el entusiasmo de cambiar el mundo para obtener beneficios. Actualmente, la industria del volunturismo está valorada en 173 millones de dólares anuales. Pero ¿qué es lo que ha permitido llegar a este punto?

La principal causa ha sido la idea preconcebida que se tiene del voluntariado y el volunturismo. El neoliberalismo ha permitido que la sociedad occidental se haya impuesto el papel de salvador y se cree un estereotipo según el cual los países del hemisferio norte son los que tienen la clave para el desarrollo de los países del hemisferio sur. Así, cualquier persona proveniente de países desarrollados cree saber más que los que proviene de países subdesarrollados.

Esta presunción ha consentido que jóvenes sin experiencia y la cualificación necesaria puedan ser profesores de inglés durante unas semanas en escuelas y orfanatos en África y Asia. Incluso, para algunos, el volunturismo se ha convertido en una nueva forma de colonialismo: Occidente puede darles los pobres lo que les falta, pues somos los afortunados y sabemos lo que necesitan.

 

A su vez, las redes sociales y los medios de comunicación han jugado un papel clave. Cada vez hay más jóvenes conscientes de las disparidades entre el primer y el tercer mundo y de las dificultades a las que los países menos ricos se enfrentan. Sin ir más lejos, la etiqueta voluntariado cuenta con más de 201.500 publicaciones en Instagram.

Las redes sociales también han criticado este tipo de turismo. En 2016 nacía Barbiesaviour como reproche hacia el rol de salvador que los occidentales se han atribuido. Fuente: Instagram

 

Los altos precios de los estudios universitarios también han potenciado que cada vez sean más los jóvenes que decidan posponer el pago de la universidad y tomarse un año sabático. Durante este periodo dedican su tiempo a “aquellos que más lo necesitan” en la creencia de que volverán con una mentalidad distinta que les permita reflexionar sobre lo que realmente desean o necesitan para su futuro.

Un mercado mundial cada vez más competitivo ha sido, igualmente, un factor de gran transcendencia en el incremento del volunturismo. La generación Y, altamente cualificada, obliga a sus individuos a diferenciarse. Muchos de los jóvenes, teniendo en cuenta la importancia que las empresas multinacionales están dando a la responsabilidad social, han visto en los voluntariados la forma de llamar la atención de sus posibles empleadores.

Los riesgos de querer marcar la diferencia

Las empresas internacionales que promueven voluntariados en los que no se necesita experiencia previa ni conocimientos en desarrollo están aumentando el número de obstáculos para el crecimiento de las sociedades a las que se pretende ayudar. Y no son únicamente los jóvenes que sin cualificación dan clases de inglés en países asiáticos y africanos los que están siendo partícipes de este detrimento.

Probablemente uno de los mayores riesgos a los que la comunidad internacional se está enfrentando en la actualidad en el mundo del volunturismo y los voluntariados internacionales son los voluntariados en orfanatos. Cada vez son más los occidentales que deciden emplear su tiempo en ayudar a niños que “requieren de amor y ayuda”, por lo que muchos deciden pasar un par de semanas en un orfanato. Esta fuerte demanda de voluntariados en orfanatos ha fomentado el tráfico de niños en países como NepalCamboya o Uganda, donde hay muchos orfanatos pero pocos huérfanos.

En Camboya el número de orfanatos ha ido aumentando cada año de manera drástica. Sin embargo, tres de cada cuatro niños siguen teniendo al menos a uno de sus padres. Fuente: With the Best Intentions

 

En Nepal, por ejemplo, los traficantes se acercan a áreas rurales ofreciendo dinero a los cabeza de familias a cambio de un futuro mejor para los más pequeños de la familia. Estos, atosigados por los niveles de pobreza en los que viven y con la expectativa de que esta oportunidad permita a sus hijos perseguir un futuro mejor y ayudar a su familia, aceptan la propuesta.

Pero la realidad es que estos niños no aprenderán ni crecerán en un ambiente afable. Estos suelen ser enviados a orfanatos en los distritos más turístico de Nepal. Allí el encargado, que es quien ha contratado a los traficantes, hará todo lo posible para que los niños vivan en condiciones de penuria para poder atraer donaciones extranjeras.

Los niños, además, suelen ser explotados. Los encargados obligan a los niños a ser simpáticos con los turistas y a realizar bailes tradicionales y actividades para entretenerlos. Aparte de todo esto, son muchos los niños que crecen con trastorno afectivo. Esto explica la unión que casi de inmediato surge entre los niños de orfanatos con los visitantes.

Una vez concluido el programa, los voluntarios vuelven a casa con una mentalidad renovada mientras que el niño huérfano queda atrás. Los niños son víctimas de un abandono más, que, unido a la falta de contacto que tienen con el resto de la sociedad, hace que su futuro una vez fuera de los orfanatos sea muy incierto.

Para ampliar“Orphanage Trafficking and Orphanage Voluntourism”, Next Generation Nepal, 2014

En Camboya, conocida por su turismo sexual, ya han aparecido casos de abusos sexuales en orfanatos. Las organizaciones no exigen ningún tipo de certificado de antecedentes penales a los voluntarios, lo que permite que cualquier persona, a cambio de una donación, entre en los orfanatos y conviva con niños. Hay orfanatos que incluso permiten a los visitantes llevarse a niños durante una tarde a realizar excursiones sin pedir previamente alguna identificación.

Indudablemente, las que más se han beneficiado de esta situación han sido las empresas internacionales que ofrecen este tipo de voluntariados. En 2010 Projects Abroad obtuvo un beneficio de cuatro millones de dólares. Solo una pequeña parte del dinero abonado a estas empresas llega a los orfanatos mientras estas alegan que así evitan incrementar la corrupción de países subdesarrollados.

La solución está en la responsabilidad

Que exista gente que saque provecho a las buenas intenciones de miles de jóvenes no quiere decir que los jóvenes sean los responsables de esta situación. Al contrario, lo que se pretende conseguir es que futuros voluntarios, a la hora de decidir en dónde quieren emplear su tiempo para el beneficio de una sociedad, lo hagan desde el conocimiento y la responsabilidad.

Para ello, Naciones Unidas presentaba en 2010 unas pautas generales para promocionar alternativasa los cuidados de los niños en países subdesarrollados. Asimismo, Better Care Network con el apoyo de, entre otras, Save the Children y Unicef publicaba un informe con la intención de ayudar a futuros voluntarios a evitar caer en las trampas puestas por el volunturismo y potenciar la práctica responsable de los voluntariados internacionales.

Con esta campaña, ChildSafe Network llama a los voluntarios a reflexionar sobre la intención de su voluntariado. Fuente: Think Child Safe

 

A nivel nacional, los Gobiernos de Nepal y Camboya, entre otros, están siendo presionados por ONG y organizaciones internacionales para que fortalezcan sus leyes. En Nepal, la ley prohíbe a turistas realizar voluntariados; sin embargo, la práctica es muy distinta. Si este tipo de leyes se reforzasen, se podría reducir el tráfico de niños y hacer una inspección más minuciosa de las personas que participan en voluntariados.

Finalmente, en lo personal, antes de pagar dinero para realizar un voluntariado, cada uno de nosotros deberíamos poner la necesidad de los países subdesarrollados por encima de nuestro deseo, pues la pasión no es el único aspecto a la hora de embarcarse en un voluntariado.

Los 5.000 dólares que muchos jóvenes están dispuestos a pagar por dar clases de inglés, sin experiencia ni cualificación, a niños durante ocho semanas en Tailandia seguramente ayudarían más al desarrollo de la economía nacional y de los niños si fuesen empleados para contratar a profesores locales. De hecho, con ese dinero se podría costear un profesor durante más de un año.

En muchas ocasiones, simplemente irse de mochilero trae muchos más beneficios y experiencia para los jóvenes con ganas de explorar y para la nación sin pagar cantidades exorbitantes de dinero ni ir en detrimento de ninguna de las partes.

Pero, si de verdad lo que se quiere es irse de voluntariado, primero se debe pensar qué podemos ofrecer verdaderamente a la sociedad con la que pretendemos cooperar y practicar, en definitiva, un voluntariado responsable.

Leer más

Alfonso Armada Out

 Alfonso Armada ya no es periodista asalariado. Su diario de las dos últimas décadas lo ha echado como si fuera un mueble inservible. Al menos han tenido la gentileza de tratarle económicamente sin acritud. Es la segunda vez que a Alfonso Armada le abren la puerta y le empujan para que se vaya tras pegarle un portazo en los morros.

La primera vez ocurrió en otoño de 1998 tras 14 años de trabajo en otro diario. Entonces, la escasa sensibilidad de su director y su redactor jefe permitió que abandonase el puesto que le había permitido hacer dos de las mejores coberturas de la historia de aquel medio: la guerra de Bosnia-Herzegovina y la corresponsalía del África de las crisis humanitarias y las guerras abiertas que duraban semanas en las portadas de los medios de comunicación.

Cuando le digan que la culpa de toda la insesatez que embadurna desde hace años el oficio de contar la tiene la crisis económica, levántense y protesten porque es una gran mentira. Cuando escuchen que un medio de comunicación está obligado a deshacerse de sus mejores periodistas por motivos económicos no se lo crean porque es otra gran mentira.

Porque si fuera así ocurriría con todos y no solo con los más críticos. De hecho, la inmensa mayoría de los medios aprovechan las reducciones de plantillas para expulsar a los menos pusilánimes. Podríamos decir que algunos directivos (por qué será que suelen coincidir con los más mediocres) utilizan el hacha para cortar las cabezas más indomables e independientes cuando se les presenta la menor oportunidad. De hecho, nunca falta el dinero para promocionar a personas sin talento que escriben basura teledirigida en función de los intereses inmediatos y mediáticos y los cambios estratégicos de los propietarios.

Alfonso Armada llegó a su último diario tras una propuesta muy interesante realizada por una de las voces autorizadas del consejo de administración y se hizo cargo de la corresponsalía de la ONU en Nueva York y también de temas culturales y sociales en una de las ciudades más atractivas del mundo. Durante seis años realizó magníficas crónicas y reportajes en todo Estados Unidos. Tras su regreso a Madrid fue nombrado responsable del máster del diario y fue capaz de transmitir su entusiasmo por el periodismo a varias generaciones de futuros asalariados. Tuvo las agallas de invitar al máster a periodistas incómodos en aras de mejorar el nivel de sus alumnos. También ha ejercido durante dos años como director del suplemento cultural.

A su edad, camino de los 60 años que cumple en setiembre, estaba preparado para realizar grandes faenas periodísticas y dar muchas alegrías a su diario en los próximos años. Algunos responsables han intentado evitar su expulsión, pero sus gestiones han resultado infructuosas. A algunos directivos no les gustan las voces disonantes en las redacciones.

Conocí a Alfonso Armada un sábado de 1992, exactamente el 29 de agosto, día de mi cumpleaños. Aquel día decidí celebrarlo en Sarajevo, sitiada durante meses por los radicales serbios. Poco antes de cenar se me acercó con gran amabilidad. Recuerdo sus cariñosas palabras como si aquel primer encuentro se hubiera producido hoy: “Tenía muchas ganas de conocerte. Tus crónicas publicadas en mi diario me han gustado mucho”. Lo primero que pensé, después de darle las gracias, fue: “¿Qué hace un chico como tú en un lugar como este?”. No daba el pego como corresponsal de guerra. Aún más, parecía que su aparente fragilidad le podía dar un susto en cualquier momento en aquella antesala del infierno.

Pronto descubrí que estaba ante un alma gemela. Su capacidad de trabajo era ilimitada. Yo trabajaba a destajo porque no tenía salario fijo y necesitaba recuperar el dinero invertido en las coberturas. Él trabajaba sin parar un minuto porque le encantaba su oficio y no estaba dispuesto a decepcionar a quienes le habían dado la oportunidad de viajar al corazón de las tinieblas balcánicas.

Como no le gustaba beber, fumar, colocarse o jugar a las cartas (creo que estos “defectos” le acabaron perjudicando unos años después cuando los jefecillos se aliaron para empujarle al diario de la competencia), dedicaba todo el día (que en Armada significa 20 horas diarias porque solo duerme cuatro de media) a hacer lo que mejor sabía: escribir como los ángeles. Escribir como pocos. Escribir como nadie.

Era su primera guerra pero dejó a la redacción sin palabras. Subió tanto el listón de la calidad en un periódico que todavía creía en la excelencia que obligó a sus compañeros a esforzarse y multiplicarse en las coberturas posteriores. Conozco a decenas de periodistas sensacionales. Creo que he viajado con los mejores. Algunos son insustituibles. Pero ninguno ha llegado al nivel de Alfonso Armada. Llegó a publicar el mismo día memorables crónicas y reportajes en tres secciones distintas del diario (Internacional, Sociedad y Cultura). Su primera y magnífica cobertura en la mítica Sarajevo provocó los celos de algunos compañeros. En aquellos años escuché algunos comentarios de desalmados que viven del lenguaje envidioso o del puro cuento chino que no quiero repetir por puro hastío. Y sé que los comentarios desafortunados le llegaron a Alfonso Armada. Ya sabemos que los correveidiles no faltan en este oficio.

En el invierno de 1994 fue nombrado el encargado de los temas africanos en un diario donde el director hablaba de “otra vez tus putos negros” cuando se ofrecía para cubrir una crisis africana o descartaba una cobertura porque el lugar “está demasiado lejos y cuando llegues ya habrá terminado”. Aunque su suerte fue implicarse en África con la crisis más horrible: el genocidio de Ruanda. El desastre que abrió todos los informativos durante días y semanas.

Nunca ha olvidado cómo su redactor jefe de entonces, un hombre que todavía es recordado por su sensibilidad y educación a pesar de llevar muchos años jubilado, le acompañó hasta la puerta del diario “una soleada mañana de abril”, para darle un abrazo, desearle suerte y, con perspicacia periodística (que no destacaba en otras personas del organigrama), referirle que “esta historia puede llegar a ser tan importante como la de Biafra”. Como así fue.

Igual que los clubes de fútbol aprovechan a sus grandes figuras para hacerles contratos indefinidos, los medios de comunicación deberían hacer lo mismo con sus mejores periodistas (suele ocurrir pero solo con los especialistas en borreguismo). De ser así, Alfonso Armada nunca hubiera abandonado aquel barco periodístico porque su cobertura fue única, tan sobresaliente que cuesta trabajo encontrar algo comparable en el periodismo español y europeo.

Tuve la suerte de acompañarle en varias de sus coberturas africanas de los siguientes años a países especialmente violentos como Zaire, Ruanda, Burundi, Somalia, Sudán, Liberia, Kenia. Se tomó tan en serio su trabajo que su casa se fue llenando de libros, revistas y dosieres africanos hasta acumular, en apenas cinco años, una auténtica biblioteca especializada. No me queda la menor duda de que si se hubiera quedado en aquel diario, hoy sería el mejor especialista de España y, si me apuran, del mundo en temas africanos.

Creo que fui uno de los pocos que intentó convencerle de que se quedara en el diario cuando le ofrecieron la posibilidad de ser fichado por la competencia para irse a Nueva York. Intentó negociar con su director un estatus especial que era fácilmente asumible en unos años de bonanza económica que permitía ganar auténticas burradas en el periodismo español.

Quería dedicarse en exclusiva a la cobertura de África y sus exigencias eran mínimas: que el diario dedicara un presupuesto para media docena de viajes al año y así no tener que depender de los viajes organizados por ONG (algo que violaba el libro de estilo que prohibía que se aceptase el pago de cualquier gasto de un viaje) y que fuese nombrado jefe de sección para seguir cobrando una cantidad similar a la que tenía con la suma de los turnos nocturnos y las guardias de fines de semana. Sé que se hubiera conformado con menos. Pero su director no dio el brazo a torcer. Lo único que le molestó, y lo dijo públicamente, es que un medio de la competencia se llevase a uno de sus periodistas. Al mejor, en realidad.

El último viernes de noviembre de 1998 le llamé desde una cabina de teléfono a las doce de la noche a su casa de Madrid desde Benalmádena, donde pasaba unos días de descanso. Sentí que estaba deprimido y al borde del llanto. “El lunes firmo mi renuncia y me voy a Nueva York. Están cerrados en banda y prefieren que me vaya antes que aceptar mis condiciones”, me dijo muy alicaído. Hablamos un buen rato y le pedí que hiciera un último esfuerzo.

Al día siguiente llamé a la directora adjunta del periódico que estaba de guardia por ser sábado. “Si no intervienes, el lunes Alfonso Armada ya no es periodista de tu diario”, le dije a bocajarro. “Es imposible, Gervasio, el director me ha asegurado que está todo resuelto y que se queda con nosotros”, me respondió. Sin sentirme sorprendido, le volví a repetir la misma frase. Lamentablemente esta admirable mujer se marchaba al día siguiente de vacaciones. Y aunque Alfonso intentó renegociar de nuevo, la puerta ya estaba abierta de par en par. Su entonces jefe directo se despidió con unas palabras que le hicieron reír a “mandíbula batiente” durante años: “Además, en Nueva York, a ti que tanto te gustan los negros, tendrás la oportunidad de verlos entrar por la única puerta principal del mundo, la de Naciones Unidas”. Suena a chiste pero demuestra la catadura moral del personaje.

Alfonso Armada ya no es un asalariado pero seguirá siendo un gran periodista. Con su capacidad laboral intacta estoy seguro de que dará muchas alegrías en los próximos años. Reporteros sin Fronteras está de enhorabuena: como presidente de la sección española desde noviembre del año pasado multiplicará su esfuerzo para potenciar a la organización defensora de los derechos de los periodistas. Las editoriales ganan un gran escritor que trabajará horas y horas diarias en pulir los libros que ya se mecen en sus entrañas. Podrá multiplicar sus actividades académicas y permitir que muchas personas se beneficien de sus enseñanzas. Los únicos perdedores: los diarios que se deshacen con tanta facilidad de sus números uno. 

Leer más

Tres recomendaciones de los epidemiólogos para regular la publicidad de alcohol y frenar el consumo en menores

Original en El Blog de Zoe
Texto: Melania Bentué

El Grupo de Trabajo sobre Alcohol de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha elaborado un informe en el que pone sobre la mesa los problemas que el consumo de alcohol genera entre adolescentes y jóvenes en España, las consecuencias que tiene para su salud y el impacto negativo en términos sanitarios, sociales y económicos, en parte por su fácil accesibilidad y bajo coste. El consumo de alcohol se considera algo normal por buena parte de la polación, incluso por parte de los adolescentes que no pueden adquirirlo legalmente. Por este motivo, la Sociedad Española de Epidemiología pide a las autoridades una mayor regulación de la publicidad, ya que la promoción de las bebidas alcohólicas es clave en la iniciación y mantenimiento del consumo, especialmente entre la población joven, la más influenciable por la publicidad.

El consumo de alcohol en jóvenes en España es uno de los más altos del mundo, y se inicia a edades muy precoces, 16 años de media. Además, la percepción que tienen los jóvenes sobre el riesgo del alcohol es bajo: menos del 50% de los participantes en una encuesta en 2016 identificaron el consumo intensivo periódico de alcohol como nocivo.

En su informe, que remitirá a los grupos parlamentarios y a la Administración sanitaria, la SEE recomienda eliminar la publicidad y marketing de bebidas alcohólicas en eventos culturales y deportivos; delimitar un horario para su publicidad en radio, televisión e internet y limitar la presencia de sus marcas logotipos en el entorno urbano.

La publicidad más visible es la dirigida directamente a los jóvenes, a través de spots y de carteles publicitarios en el espacio público. En ellos suelen emplearse mensajes que relacionan las marcas de bebidas alcohólicas con el éxito social o sexual, y con la diversión en general. Además, las marcas de bebidas alcohólicas con frecuencia patrocinan eventos culturales (especialmente de música, cine y televisión) y deportivos (competiciones, exhibiciones, carreras populares, etc.) asociando la marca con valores positivos para la sociedad. Y en la vía pública, las bebidas alcohólicas también están muy presentes a través del mobiliario urbano de bares y restaurantes, que frecuentemente incluyen logotipos de bebidas alcohólicas en sombrillas, sillas o mesas como otra forma de promoción indirecta.

Para reducir esta normalización y banalización del alcohol piden políticas activas y concretas de regulación. Existe evidencia científica de que una menor presión y promoción publicitaria de las marcas de bebidas alcohólicas se asocia a un menor consumo por parte de los adolescentes. En este sentido, mencionan las medidas contra el tabaco que limitaron el empleo de estrategias de marketing similares a las que actualmente usan las marcas de bebidas alcohólicas y que han conseguido reducir ese consumo entre adolescentes.

La normalización del alcohol está en la base del inicio precoz y sostenido, así como la percepción de bajo riesgo de sus consecuencias negativas, especialmente entre los más jóvenes. Los epidemiólogos consideran que la legislación actual limita solo parcialmente los anuncios y que hay «un amplio margen de mejora en su regulación europea y nacional». Además, subrayan que los jóvenes «son el objetivo principal de parte de esta publicidad a la que están expuestos diariamente por diferentes canales».

Desde  la SEE se apunta que reducir la presencia de las marcas de bebidas alcohólicas en el día a día de los adolescentes y evitar su identificación con lo lúdico, e incluso con lo saludable, contribuiría a retrasar el inicio de su consumo, reducir las cantidades que toman y evitar sus consecuencias negativas en la salud y la sociedad.

El informe elaborado por el Grupo de Trabajo de Alcohol de la SEE recoge también las consecuencias adversas a corto plazo, el retraso en la maduración neuronal y un incremento de las lesiones de tráfico, principal causa de fallecimiento entre los 18 y los 30 años. Y a medio plazo, un mayor riesgo de desarrollar dependencia alcohólica, con las graves consecuencias sociales e individuales que conlleva.

Acceder al informe completo SEE.

 

 

Leer más

Los Montes Universales se convierten en la Zona Cero de la despoblación de la Unión Europea

Las cifras de población de los municipios ubicados en los Montes Universales, con una densidad real de 0,90 hab./km2, han convertido este territorio en la Zona Cero de la despoblación de la Unión Europea, según los datos presentados por la investigadora del Instituto Serranía Celtibérica Mª Pilar Burillo, durante las II Jornadas “SOS Mundo Rural” celebradas el pasado fin de semana en Orea.

Mª Pilar Burillo ha realizado un análisis comparativo de población de los 41 municipios de los Montes Universales y del territorio más despoblado de Finlandia, Lappi, situado en plena Zona Ártica. Según se desprende de dicho estudio, mientras Lappi tiene una densidad de 1,84 hab./km2, un índice de 15,44% de menores de 15 años, un 21,89% de mayores de 62 y un índice de envejecimiento del 141,80%, los Montes Universales tienen una densidad de 1,35 hab./km2, teniendo en cuenta las cifras del INE, o de 0,90 hab./km2, según una encuesta realizada en los municipios; un índice de menores de 15 años que casi se reduce a la mitad, 6,87%, y que en mayores de 64 años es de un 32,03 % y un inaudito índice de envejecimiento que alcanza el 467,71%.

Unas cifras que, de no aplicarse de forma urgente el artículo 174 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, supondrá, a corto plazo, la desertización total de este territorio.

Por su parte, el promotor del proyecto Serranía Celtibérica, Francisco Burillo, destacó el estremecedor proceso de despoblación de estos 41 municipios en la conferencia impartida durante las jornadas bajo el título: “La cohesión europea en la Serranía celtibérica y en las SESPAs de España”. El profesor Burillo destacó que el centro más poblado de los Montes Universales es Orihuela, con tan solo 466 habitantes.

Su polígono industrial, totalmente desierto, sin ninguna industria, y con los cuadros de luces totalmente destruidos, es un ejemplo de la demotanasia que viene sufriendo la Serranía Celtibérica, y, de forma especial, su zona nuclear”, afirmó.

Leer más

Las primeras mujeres de la Cruz Roja de Zaragoza: "Señoras de"

Carmen Romeo Pemán

Original en Letras desde Mocade

A Consuelo Peláez Sanmartín, de cuya mano recorrí los archivos de la Cruz Roja, y a Gloria Álvarez Roche, que me acompañó en los primeros pasos de este recorrido.

Una mañana de mediados de febrero de 1871, sobre las seis, se encienden las primeras velas del salón de doña Paula Orué, condesa de Montenegrón. Poco a poco van llegando las señoras de la Cruz Roja. Se sientan en las sillas, como todos los días, y comienzan con la sesión de costura.

Toda la estancia está llena de cajones con hilas, vendajes, lienzos, camisas, mantas y abrigos.

En una esquina Amalia Corso, la secretaria, cuenta y vuelve a contar el dinero de los donativos y colectas y piensa en voz alta:

—Es muy poco. Con esto no tenemos ni para empezar.

Mientras todas se afanan en la confección de hilas, se oye la voz de doña Paula:

—Ayer, como todas las semanas desde hace tres meses, enviamos cuatro cajones llenos de hilas y otros menesteres al Ejército del Norte, pero cada herido necesita hilas durante semanas, meses o años. Nuestros esfuerzos se pierden como una gota en el océano. Nos faltan manos.

Escasas noticias sobre las primeras mujeres de la Cruz Roja de Zaragoza

El seis de diciembre de 1870 se fundó la Asamblea de Zaragoza. Ese mismo año se creó la Sección de Señoras y doña Paula Orué y Bajos, I condesa de Montenegrón fue su presidenta. Nació como ayuda y complemento a la Sección de Caballeros. Como no tenían un boletín propio, solo conocemos algunos nombres, y no todos, mezclados con los de los socios, en las listas que publicaba La caridad en la guerra, la revista oficial de la Cruz Roja.

Además, en las Memorias de los Caballeros se contaban algunas andanzas de las damas. La prensa recogía las actuaciones de carácter extraordinario.

Desde el año 1874, La voz de la caridad, propiedad de Concepción Arenal, Secretaria General de la Cruz Roja, fue el órgano oficial de la Sección de Señoras de Madrid. Y allí fueron apareciendo noticias de las socias de las provincias.

Recuperar la memoria de estas mujeres no es fácil, porque a la escasez de documentos, tenemos que añadir lo difícil que es identificar a unas mujeres que siempre aparecen como “señoras de”. Y resulta paradójico que unas damas, que tanto brillaron en su tiempo, se quedaran en el anonimato, sepultadas bajo el apellido de unos maridos aristócratas y burgueses. En muchos casos, militares de alta graduación, médicos y farmacéuticos.

En los primeros momentos resultó clave la figura de Concepción Arenal (1820-1893), que diseñó el funcionamiento de los hospitales, en los que otorgaba un gran protagonismo a la Sección de Señoras.

Esta defensora de los heridos en las campañas, de los presos y de los pobres, animó a las mujeres a participar en la nueva institución. En La mujer del porvenir (1869), las alentaba a salir de sus casas, a ser útiles en la sociedad, educando a otras mujeres y atendiendo a los pobres. Y criticaba a las que se limitaban a los trabajos domésticos.

LOS PRIMEROS NOMBRES

He rescatado un puñado, pero estoy segura de que hubo más y de que alguien, con mayor tesón que el mío, o si el azar lo acompaña, podrá ampliarnos esta lista y aportar más datos a las biografías.

En junio de 1872, en La caridad en la guerra, aparecía la primera mujer de la Asamblea de ZaragozaRamona Lausín Cortés.

En marzo de 1873, entre los socios de número figuraban siete:

Excma. Señora Paula Orué de García, condesa de Montenegrón, presidenta y Vicenta Corso de Moreno, secretaria. Y además: Luisa García de Valero, Amalia Corso de Ortiz, Josefa Cartié de Villarroya, Martina Mur de Pérez y Manuela Ibáñez de Ríos.

En 1876, La caridad en la guerra añadía bastantes más. A continuación copio la lista en el orden que aparecía y respeto las erratas.

Silvestra Lascar (sicde Marín, Mercedes San Juan de Fernández, Amada Jordán de Lisa, Presentación Abad de Heredia, Melitona de los Ríos Sánchez, Josefa Abad de Díez(sic),Justa Lisa de Santiago, Juana Aguirre de Coneja, Narcisa de Gorrochaves (sic), Pilar Lloscos(sicde Cañizal, Marquesa viuda de Villafranca de Ebro, Teresa Moreno de Bueno, Ramona Oyarri (sic)de Iriarte, Teresa Lassala de Aberlí (sic), Condesa de Parcen (sic), Prisca San Martín, Concepción Biesa de García, Francisca Luzas de Valero, Marta Sanz de Ruiz, Dolores Ligre viuda de Escarraga (sic), Josefa Cartier de Villarroyo (sic).

¿Sabemos quién se ocultaba detrás de aquellos nombres?

Con estas listas confeccionadas de oído y llenas de errores y erratas, he intentado recuperar los dos apellidos y algún dato de sus biografías o de las de sus maridos. En muchos casos ni he llegado a documentarlos a ellos. Por lo tanto, tampoco a sus mujeres.

Era muy habitual que se inscribieran juntas madres e hijas, como Paula Orúe y su hija Luisa García. Amada Jordán de Lisa y su hija Justa Lisa de Santiago. Hermanas como las Corso o las Abad. Primas como Josefa Cartié y Teresa Lassalle Cartié. O amigas unidas por los mismos intereses, como las mujeres de los que habían participado en el pronunciamiento carlista de 1860 con el general Jaime Ortega Olleta.

Abbad de Orteu de Heredia, Presentación. (Estadilla, Huesca, 1826-¿?) Era hija de Teótimo Abbad y Escudero, IV barón de Torre de Arias, y de Josefa de Orteu y Altemir.

En 1846, se casó con Salvador Heredia y Godino, coronel, señor de La Penilla, natural de Graus. Vivieron en Estadilla, en la llamada casa Heredia. Tuvieron seis hijos, Vicente, Teótimo, militar y pintor, Salvador, Josefa, Concepción y Pilar. En 1868 se quedó viuda y por el testamento de su marido conocemos su gran patrimonio y el gran poder político social de esta familia.

Abbad de Orteu de Torrecilla, Josefa. (Estadilla, Huesca, 1835-Zaragoza, 1900). Entró en la Cruz Roja con su hermana Presentación. Se casó en primeras nupcias con Ángel Díaz Blanch, un viudo, propietario y vecino de Zaragoza que falleció en 1869. Josefa se volvió a casar con Antonio Torrecilla de Robles Burrero y no tuvieron descendencia.

Aguirre Goneaga de Coneja, Juana. Era la mujer del general Bernardo Coneja, destinado en Zaragoza.

En 1878 el general Coneja y don Serapio de Pedro y Heredia dispararon los cañones cuando Alfonso XII presenció las maniobras militares del campo de San Gregorio de Zaragoza. En 1896, le concedieron una pensión a su viuda, Juana Aguirre Goenaga.

Biesa de García, Concepción.

Cartié de Villarroya, Josefa. (1824-1887). Estaba casada con Juan Francisco Villarroya Millán (1807-1878), empresario zaragozano procedente de Pitarque, sobrino de Gaspar Villarroya. Estos dos Villarroya se convirtieron en la primera generación de una de las familias más influyentes en la vida zaragozana de la segunda mitad del siglo XIX.

Los descendientes de estos dos primeros Villarroya emparentaron con los de su socio, Tomás Castellano Sanz, y crearon una tupida red de parentescos. Las mujeres de esta familia, es decir, las Castellano, las Villarroya y las Sorogoyen ocuparon puestos importantes en la Cruz Roja hasta después de la Guerra Civil.En 1904 era socia Cecilia Casas, casada con Francisco Villarroya Cartié, presidente de la Cruz Roja. En 1919 María Jesús Sorogoyen Castellano fue secretaria de la Junta de Damas. Y en 1923 era presidenta la marquesa del Jaral, casada con Tomás Castellano Echenique.

Corso Sulikowski de Ortiz, Amalia. Amalia y Vicenta eran hermanas de los militares Alejo, Genaro y José María Corso Sulikowski. Los hermanos Corso Sulikowski, de Cariñena, estaban emparentados por línea materna con Tadeo Sulikowski, que en 1836 era un coronel defensor de la causa carlista.

Corso Sulikowski de Moreno, Vicenta. Primera secretaria de la Sección de Señoras de la Asamblea de Zaragoza.

SSMM han recibido en audiencia privada a la señora doña Vicenta Corso, esposa de don Antonio Moreno, ayudante del ex general Ortega y actualmente preso en Tortosa. La desolada señora fue a pedir por la vida de su esposo en caso de serle impuesta la última pena. (La Iberia, Madrid, 18/04/1860).

En 1860, detuvieron en Calanda al exgeneral Jaime Ortega Olleta, al magistrado don Tomás Ortega, a don Antonio Moreno y a don Francisco Cavero, el hijo de los condes de Sobradiel, por su participación en la conspiración carlista de San Carlos de la Rápita, conocida como la Ortegada. De Calanda los llevaron presos al castillo de Alcañiz y después a la cárcel de Tortosa.

García de Valero, Eugenia Luisa, II condesa de Montenegrón. (¿? Zaragoza-Zaragoza, 1899). Era hija de Paula Orué y Luis García. A su vez, su hija Rosario Valero y García heredó el título y fue la III condesa de Montenegrón. En lo sucesivo el condado siguió la línea masculina.

Luisa se casó con Ángel Valero de Bernabé y Algora (Épila, 1830-Madrid, 1897), de una de las familias nobles de Aragón. Con este matrimonio pasó a ser conde Montenegrón y se relacionó con lo más exquisito de la sociedad aragonesa. En 1873, él y su mujer se hicieron socios de la Cruz Roja.

En 1888 Luisa García de Valero asistió con un vestido de raso blanco al té que los señores Castellano ofrecieron en su casa con motivo del viaje de Cánovas del Castillo a Zaragoza. (Cfr. La época, 22/10/1888).

Rosario Valero de Bernbé y García

Rosario Valero de Bernabé, III Condesa de Montengegrón Rev. Actualidades, 19/10/1902. Foto: J. Aguado

En la cabecera de la esquela de Ángel Valero figuraba una larga lista de títulos: conde de Montenegrón, senador vitalicio, gentilhombre de cámara de SM con ejercicio, caballero de gran cruz de Isabel la Católica, maestrante de Zaragoza, exdiputado a cortes, expresidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, exdirector de la Sociedad Económica de Amigos del País de Zaragoza, licenciado en derecho.

Conocemos bien las biografías de los varones consortes de las condesas de Montenegrón, pero sabemos muy poco de ellas, cuyas vidas se quedaron en la sombra de sus maridos.

Gorrochaves, Narcisa de o Gon Dollonder, Narcisa.Puede haber una errata en el nombre. “Se ha concedido la pensión de viudedad a doña Narcisa Gon Dollonder”. (El Correo Militar, 02/01/1892). Es la única Narcisa que aparece en las pensiones militares de esos años.

Ibáñez de Rios, Manuela. Era la mujer de Ramón Ríos y Blanco (Benabarre, Huesca, 1834-Zaragoza, 1897)el fundador, en 1854, de la Farmacia Central de Aragón, con sede en el Coso número 33. Fue una de las primeras farmacias centrales de España. En la década de los 70, Ramón Ríos impartió clases a Santiago Ramón y Cajal.

Jordán y López de Lisa, Amada. (Zaragoza, ¿?-1883). Estuvo casada con Gregorio Lisa Balduque. Fueron padres de Jacinta Lisa y Jordán, fallecida en 1889 y Justa Lisa y Jordán de Santiago, que entró en la Cruz Roja con su madre.

Lascar (sic) de Marín, Silvestra.

Lassalle Cartié de Averly, Matilde (¿?-Zaragoza, 1903). Era la mujer de Antonio Averly Francón (Lyon, Francia, 1831-1910) un ingeniero civil y famoso industrial aragonés, procedente de una saga de empresarios de Lyon y tuvieron dos hijas: Ana que se casó con el marqués de Morella, hermano del duque de Espartero, y Luisa con el IV duque de la Victoria.

Desde su establecimiento en Zaragoza se relacionó con los empresarios aragoneses y con las instituciones económicas. Se preocupó por mantener una presencia activa en la Cámara de Comercio y en los casinos. Las construcciones metálicas decorativas le sirvieron para afianzar su prestigio y para relacionarlo con el mundo de los artistas.

Lausín Cortés, Ramona(Puebla de Híjar, 1832-Escatrón, 1891). Era hija de Matilde Cortés (1808-1835) y Mariano Lausín García (Zaragoza, 1806-Ricla, 1866), administrador del ducado de Híjar  y secretario de Ricla. En 1872:

Se nombró socia de mérito y delegada a la señora doña Ramona Lausín y Cortés para formar en ese punto de la provincia de Zaragoza una Subcomisión de Señoras de la Caridad. (La Caridad en la Guerra, julio, 1872).

Ramona se casó con Inocencio Díaz natural de Alcañiz, de quien se divorció en 1862. Después vivió con Luis Olazo. En 1866 ya residía en Escatrón. No tuvo descendencia. En 1883 otorgó testamento ante el notario de Sástago don Pantalión Loctal.

Ligre, viuda de Escárraga, Dolores.

En el padrón de 1892, figuraban Mariano y Tomás Escárraga Galindo, que podrían ser sus cuñados.

Lisa Jordán de Santiago, Justa. Entró en la Cruz Roja con su madre, Amada Jordán. Se casó con un militar, probablemente con Leonardo de Santiago y Moreno, entonces destinado en Zaragoza. Esto me lo sugiere el apellido Moreno, que la emparentaba con Teresa Moreno de Bueno y con Amalia Corso de Moreno.

Loscos Atué de Cañizal, Pilar. Era una dama de la burguesía adinerada de Zaragoza. Su madre, María Atué, viuda de Loscos, figuraba entre los compradores más importantes de grano y paja de la ciudad. Pilar se casó con Francisco Cañizal Olavaria ( -1872), un brigadier que luchó en Cuba, a quien debían su nombre los Tercios de Cañizal. Su hermana, Teresa Olavaria de Orué, era pariente de Paula Orué,

Luzas Montfort de Valero, Francisca. Era hija de Pantaleón Luzás de Forton (Albelda, 1804-¿?), un abogado de Fraga que llegó a ocupar altos puestos políticos, y de Francisca Montfort Barber, del noble abolengo fragatino. Se casó con Francisco Valero de Bernabé, militar. Por lo tanto, Pilar Luzas era cuñada de la II condesa de Montenegrón,

Moreno de Bueno, Teresa. Hermana de Antonio Moreno, el ayudante de Ortega, y cuñada de Vicenta Corso.

Mur de Pérez, Martina. No he encontrado ninguna noticia que hable de ella. Pero sí de sus dos hijas, Pilar Pérez Mur (Zaragoza, 1870-1886), que falleció a los dieciséis años, y de Fermina Pérez Mur, que se casó con el periodista Juan Sancho y Serrano, redactor del Diario de Zaragoza.

Orué y Bajos, Paula, I condesa de Montenegrón. (Vitoria, 1802–1880). Era hija de Bernabé Orué y de Juliana Bajos. Fue la primera presidenta de la Sección de Señoras de Cruz Roja de Zaragoza y se rodeó de damas de su círculo familiar y social.

Desde 1861, perteneció a la Orden de Damas Nobles de la Reina María Luisa. Estuvo casada con José de Goicoechea, intendente del ejército de Castilla y teniente coronel en Valencia, que luchó en la Primera Guerra Carlista.

Cuando se quedó viuda se casó con Luis García y Miguel de la Calle (El Ferrol, 1802-Barcelona, 1863), que también participó en la Primera Guerra Carlista. Además fue Capitán General de Aragón y Jefe de Estado Mayor del Ejército en África.

En una necrológica que publicó la prensa nacional, se decía que el señor García Miguel había sido enterrado en Épila en el panteón de la familia Valero, que dejaba una hija y que estaba casado con una señora vascongada, digna por sus virtudes, finura y amabilidad de tan excelente compañero. (La EspañaLa Época, El Lloyd Español, La Correspondencia de España).

Desfile de los cuerpos militares

Desfile de los cuerpos del ejército de África por delante de SS. MM. Entre otros Luis García Miguel, firmante de la Paz de Tetuán. Grabado: El Mundo Militar, 1860. Hemeroteca BNE

En 1963 Paula Orué recibió el título de I condesa de Montenegrón, por la hazaña militar de su marido que forzó el paso de Monte Negrón después de la batalla de Castillejos (1860). Además había sido uno de los firmantes de la Paz de Tetuán. Los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, encargados de fundar la Cruz Roja en Zaragoza, le regalaron, “al general negociador” una corona de plata que llevaba los símbolos de la victoria y de la paz. Dada la controversia que suscitó la Primera Guerra de África, este título fue alabado por unos y muy criticado por otros.

En 1874, en el curso de la Tercera Guerra Carlista, la condesa de Montenegrón acudió a una entrevista con Sagasta para solicitar el canje de prisioneros en las Guerras Carlistas. Entre todas las presidentas de España llevaban más de dos mil firmas que las respaldaban. (La Correspondencia de España, 21/12/1874, y La Discusión, 30/12/1874).

Oyarvide de Iriarte, Nicolasa Ramona. Estuvo casada con el brigadier carlista Remigio Iriarte (¿?-Pamplona, 1888), hijo León Iriarte, un coronel isabelino que se pasó al bando carlista y que 1837 fue fusilado en la ciudadela de Pamplona por el general Espartero.

Su hijo, Ciriaco Iriarte Oyarvide ocupó importantes cargos militares, sobre todo en la la dictadura de Primo de Rivera. Su hija Rafaela Iriarte Oyarvide se casó con Santiago Díaz de Ceballos.

Parcent, Condesa de. Peregrina Juana Cortés y Valero (Valencia 1822-Ávila, 1891), fue la segunda mujer José de la Cerda y Gand (1817-1870), octavo conde de Parcent, grande de España. Estaba emparentado con la casa de Medinaceli, con los condes de Bureta y con los Palafox.

Peregrina Juana brilló en las relaciones sociales. En su palacio se hospedaron los reyes y el obispo de Ávila, Fue madre de tres hijos: Luis, conde de Ribagorza y de Gurrea, Juan, vizconde de Gand, y Constantina Inocencia, marquesa de Fuente el Sol.

Prisca San Martín. Pudo ser la mujer del conservador Gregorio San Marín.

Ríos Sánchez, Melitona de los. En 1912 aparecía su nombre en una lista de suscriptores para pagar la bandera del Acorazado España. El uso de los dos apellidos nos hace suponer que en esa fecha estaba soltera. En 1860 Fernando de los Ríos Acuña, sobrino de Antonio Ríos Rosas, era gobernador civil de Zaragoza.

San Juan de Fernández, Mercedes.

Sanz de Ruiz, Marta.

Villafranca de Ebro, Marquesa viuda de. En la Guía Oficial de España de 1876, figuraba como marqués de Villafranca de Ebro, Francisco Lorieri e Iñiguez. Su mujer pudo ser una Latorre, de la familia de los Montemuzo.

Primeras mesas petitorias
Una de las primeras mesas petitorias de la Cruz Roja. La Ilustración Española y Americana. Madrid, 01/05/1873.

Para terminar

No deja de sorprenderme que las primeras mujeres de una institución tan solidaria fueran de alta cuna, procedieran de un núcleo restringido y pertenecieran a una clase social de ideas conservadoras. Estas primeras damas estaban muy unidas entre ellas por una tupida red de parentescos y de cercanía social. En su ambiente no tenían cabida las mujeres de la clase media ni las trabajadoras.

Estas señoras aristocráticas y mujeres de militares de alta graduación entendieron la caridad como una actividad apropiada para su alcurnia y como una prolongación de sus prácticas religiosas. Además era un medio para relacionarse con las de su clase e incluso para su lucimiento personal.

Estas socias de mérito estuvieron muy activas en la retaguardia de la Tercera Guerra Carlista. No fueron al frente de batalla ni participaron en las tareas hospitalarias, pero su labor resultó decisiva en la organización de las primeras ambulancias, en el canje de prisioneros y en la solicitud de indultos. También consiguieron noticias de soldados desaparecidos y los pusieron en contacto con sus familias.

Me he propuesto rescatar sus nombres, porque asentaron las bases de lo que después fue el trabajo organizado de las mujeres en la Cruz Roja.

Desde unasposturas muy lejanas a las nuestras, abrieron el camino que lleva a tantas y tantas mujeres anónimas que entregaron, y siguen entregando, lo mejor de sus vidas al servicio de los demás. El voluntariado femenino comenzó con las que se dejaron la piel atendiendo heridos en los hospitales de campaña y continúa con las voluntarias que se la siguen dejando en los conflictos actuales.

 

Leer más