OPINION

Hilo emocional roto por Josu Ternera

FUENTE: BLOG LA CARRETERA

Plácido Díez

De esta fotografía de principios de los 60 en San Sebastián solo quedamos vivos los dos niños. El de la chaquetita y el pelo acaracolado soy yo y el otro es Luis Mari, hijo de Luis María Hergueta Guinea, directivo de Michelin asesinado por Josu Ternera en Vitoria años después.

Los recién casados son su hermana, María Pilar, y mi tío Maximiano, hermano de mi madre que, con abrigo claro, aparece junto a mi padre en el extremo izquierdo. En el otro extremo está mi tía Josefa, hermana de mi madre y de mi tío Maximiano, y en el centro junto a los recién casados los padres de mi tía María Pilar y de Luis María Hergueta Guinea.

La foto, probablemente captada junto al restaurante en el que íbamos a comer, me ha mantenido unido a lo largo del tiempo a ese niño de mi misma edad que, un 25 de junio de 1980, se quedó sin padre a los 20 años y su hermana a los 16, cuando un comando de tres etarras vestidos con anorak, del que formaba parte Josu Ternera, le disparó dos tiros en la nuca junto al portal de su domicilio, en la calle Dato de Vitoria, alrededor de la una y media de la tarde.

Luis María Hergueta, alavés hasta la médula y apasionado del deporte de la pelota modalidad pala, regresaba de la fábrica en la que era jefe de las oficinas técnicas, había aparcado el coche en una plazuela cercana y acababa de comprar un ejemplar de “El País” sin que pudiera llegar a reunirse a comer con su familia. Iba a cumplir 52 años y había sido uno de los negociadores del conflictivo convenio colectivo.

Creo que fue en septiembre de ese mismo año cuando me incorporé al CIR de Araca en Gamarra, Vitoria, para completar los tres meses de instrucción militar antes de que me destinaran al cuartel del batallón de de cazadores de montaña “Estella XXI”, perteneciente al regimiento “América 66”, uno de los batallones que, dentro de una operación contra ETA, se desplegaría en el Pirineo navarro durante 1981 para “impermeabilizar” la frontera con Francia.

De la nebulosa de mi memoria rescato la desolación de una familia destrozada a la que visité, en aquella casa se hablaba euskera, y de la que me sentí muy cerca durante mi estancia temporal en esa ciudad, como describe Antonio Muñoz Molina en su libro “Ardor guerrero”, de cielo gris, de mujeres bien vestidas, de soportales y miradores acristalados, de parques burgueses y estatuas de reyes godos, de iglesias con piedras góticas empapadas en lluvia, de librerías polvorientas y de platos generosos como el “Urtain” ( dos huevos fritos y dos chuletas de cerdo inundados de patatas, postre, pan, vino y gaseosa por 150 pesetas, menos de un euro).

Una ciudad que, detrás de esa primera imagen de juras de bandera, limpia y tranquila, con sonido de jazz en su Casco Histórico, vivía una intensa y acelerada industrialización/conflictividad social marcada por el comienzo de los denominados “años de plomo” de ETA y por uno de los hechos más trágicos de la transición democrática.

El desalojo, el 3 de marzo de 1976, de una multitudinaria asamblea de trabajadores en huelga en la iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio obrero de Zaramaga, finalizó con 5 muertos y más de 150 heridos. La Policía Armada utilizó gases lacrimógenos, pelotas de goma y fuego real. Era presidente de gobierno Carlos Arias Navarro y ministro de la Gobernación Manuel Fraga Iribarne. Estos hechos precipitaron el relevo de Arias Navarro por Adolfo Suárez.

Un mes y nueve días antes de que asesinaran a Luis María Hergueta, que había tenido un papel activo durante los dos años de negociación del convenio colectivo, ETA había herido gravemente a otro directivo de la compañía, Jesús Casanova, y un año antes había secuestrado, herido y abandonado en un descampado al director general de Michelin, compañía que tenía otra planta en Lasarte (Guipúzcoa). Durante esos días también se habían registrado violentos enfrentamientos entre grupos de huelguistas y no huelguistas en la puerta de la fábrica.

Dos trabajadores de la planta de Vitoria, Modesto García Marañón y Miren Edurne García Artal, viajaron hasta Bayona pocos días antes para mostrarles a Josu Ternera y a Etxebeste la foto de Luis María Hergueta recortada de una revista de la compañía. Fueron condenados por colaboración en el asesinato.

Cuarenta años después, el asesinato de Luis María Hergueta continúa siendo una de las cuatro causas pendientes que Josu Ternera tiene abiertas en la Audiencia Nacional. Entre ellas, el atentado contra la casa cuartel de la avenida de Cataluña de Zaragoza con 11 víctimas mortales, 6 de ellas niños, y decenas de heridos muchos de los cuales conviven desde entonces con graves secuelas físicas y psicológicas.

En el auto de procesamiento dictado en 2005 por el juez Santiago Pedraz se le atribuye a Josu Ternera el “delito consumado de asesinato de Luis María Herguetacomo mínimo en calidad de cooperador necesario o cómplice”, se emite una orden europea de detención y entrega, se decreta su ingreso en prisión y se fija una fianza de 60.000 euros. Cuarenta años después, cuando ya solo quedamos vivos los dos niños de la foto, que ya hemos cumplido los sesenta, se podrá hacer justicia. Tarde, muy tarde.

Plácido Díez

Plácido Díez es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1981. Sus primeros pasos los dio, aún como estudiante de periodismo, como colaborador del Diario de Teruel (1976-1978) y posteriormente como redactor y reportero de la revista Andalán (1980-1982).

Ya como periodista titulado su trayectoria ha sido amplia y variada, siempre en medios de información aragonesesː

Redactor del diario El Día de Aragón desde 1982 y director de 1987 a 1990.
Director adjunto del diario El Periódico de Aragón, de 1990 a 1992.
Redactor Jefe del programa de televisión Línea América coproducido por la Agencia EFE y Manuel Campo Vidal. Realizado desde España para Hispanoamérica coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla, de 1992 a 1994.
Corresponsal del diario El Mundo en Aragón, 1994.
Jefe de Prensa de la Diputación General de Aragón, de 1995 a 1997.
Director de Informativos y Contenidos de Cadena SER Aragón y conductor del programa La Rebotica de la misma emisora, de 1997 a 2013.
Director de comunicación del Ayuntamiento de Zaragoza de 2014 a 2015
​Actualmente es técnico de comunicación de Cuarto Espacio, unidad de la Diputación de Zaragoza de apoyo a los pequeños municipios de la provincia y lucha contra la despoblación, desde 2015; contertulio de Mesa de Redacción, de Zaragoza TV, así como colaborador en Localia TV y colaborador del medio digital Eldiario.es en Aragón.